El demonio de Laplace; la llegada de las IAs
Este artículo es una reescritura de "Determinismo y caos en la era de la información" que escribí el 2006.
Hace más de 300 años, un alquimista llamado Newton, concluiría la labor de todos los sacrilegos heliocéntristas y reduciria el movimiento del Universo a 3 simples principios escondidos de la Inquisición en un elegante libro de nombre "Principia Mathematica".
Sentaría así los principios del determinismo, pues si sabemos la posición de dos planetas, distancia y movimiento, podemos predecir su comportamiento y asi conocer eclipses, mareas y posición de estos cuerpos en el futuro. (Texto no apto para terraplanistas)
Basado en este trabajo, Pierre-Simon Laplace, postula en 1814 algo simple, si los actos de hoy son la consecuencia de nuestro pasado reciente y la causa de nuestro futuro inmediato podemos imaginar que existe un ser excepcional, que conoce cada hecho de la historia, desde el principio de los tiempos, la ubicación de cada mota de polvo y la opinión de todas las personas.
Les presento al "Demonio de La Place"
(el sueño húmedo de cualquier data scientist)
Este ser excepcional sería capaz de predecir con exactitud, cada acto de la historia, que decisiones vamos a tomar y como van a afectar al resto de la humanidad.
La teoría del caos como contraparte, se burla de este demonio omnisapiente con ejemplos fractales y concretos.
En el mismo sistema de 2 planetas de Newton, al poner un tercero, cualquier cambio en masa, dirección o velocidad, hace que el resultado varie por completo.
Para empeorar las cosas, si hacemos cambios cada vez más pequeños, todos y cada uno de los pequeños cambios nos da respuestas diferentes, pero además se producen patrones que se replican en escalas cada vez más diminutas (revisar autosimilitud en la teoría de fractales)
O como dijo Lorentz "si una mariposa bate sus alas en Pekin, puede desencadenar un huracan en Miami" (Lorentz era meteorologo)
Aunque los creyentes del determinismo causal no han logrado encontrar un demonio de Laplace, parece que las IAs proponen algo similar.
Hoy nadie duda de una inteligencia artificial, alimentada con suficiente información, sea capaz de predecir tornados, huracanes, movimientos en la Bolsa, cuando se nos va a caer el pelo y si mañana baja el precio del pollo pekin.
Alimentamos a estos demonios con suficiente información para que tomen las decisiones por nosotros, pobres humanos sumidos en el caos.
¿qué puede malir sal?
Y así las leyes serán finalmente dictadas por estos demonios deterministas, dejamos la decisión y la responsabilidad final en "El sistema"
Con una actitud resignada y fatalista nos estamos rindiendo.
Es el triunfo del demonio de Laplace.
pd. Para este artículo, por esta vez, no use IAs