Sigue aquí, guiñandome un ojo

Sigue aquí, guiñandome un ojo
Este espacio que deje, y que a veces se presenta.
Tengo un kilo de motivos para no escribir, te sorprende de repente que tus amigos se preocupen por algo que pasó hace tanto tiempo, que ya lo olvide (por ejempló, algo que pasó hace un mes!)
Y por supuesto, esta la eterna pereza, esa consejera que a veces se toma la molestia de recordarte que la fuerza de gravedad invita a tomar un descanso.
Y hasta resulta algo incomodo que personas que apenas conozco, me saluden y me pregunten por la salud de mi familia.... es algo incomodo que me estimen personas que nunca vi, que conozco sólo sus palabras.
Y a ese listado que parece no terminar de razones, se agrega ese listado demasiado abultado de personas que se agregan a mi vida, a veces tangencialmente y por lo mismo, en rutas de colisión y que se van acumulando en mi facebook.
Pese a todas estas razones, escribo.. porque no puedo evitarlo.
A los que me preguntan donde están estos meses de silencio, les digo que están escondidos en las hojas de mi cuaderno rojo y que ahora se puso de color naranja para poder seguir ocultando, a veces de mi mismo, las palabras, testigos incómodos de mis emociones igual de incomodas que necesitan expresarse.
Y claro, escondidas me hacen guiños desde la mirriada de letras que se desparraman por páginas inocentes donde escribo poesía disfrazándola de historia y fotografía.

Así que no pido disculpas, ni me presento de nuevo. No hago promesas ni defino argumento.
Sólo escribo, escribo lo que siento.
Etiquetas: personal