Exorcisando a Caín
Despues de una extraña semana y unos dias que son dignos de olvidar, decidi sacarme esta modorra aunque tenga que llegar hasta el fondo de mi pereza.
Me siento caminando en una bruma, como esa que antecede a Ravenloft, con los pies cansados y la mente lúcida.
Aún asi, descubri que mi piedra en el zapato tiene nombre y apellido... conocida la causa puedo trabajar en la solución, en principio la próxima semana "mato" un par de proyectos que ya parecen un parto y que extendí más de lo que necesitaba enredado en sentimientos confusos.
Ahora que conozco el nombre del demonio, empieza el trabajo de exorsismo.
Este fin de semana me desconecto y bajo hasta el fondo, una visita postergada pero necesaria.