Le diletant
Hoy divago... una elegante pirueta para decir que ando de vago, diletante o mejor en francés "le diletant", "que disfruta del ocio".
Y aquí estoy disfrutando de un tiempo que no tengo, camino por una calle vacía y oscura, con la sensación del riesgo pero incapaz de resistir la belleza de la noche y el contraste de la basura en calles estrechas, aprendiendo a disfrutar de la belleza donde solo se ven grises y negros, vampiro en condiciones extremas, buscando lo que sólo está en mi imaginación, lo mismo que proyecto y se refleja sobre mí.
De día, escucho el tráfico detrás de la persiana, el ruido insoportable del centro de la ciudad y el calor pegajoso con sabor a contaminación.... y yo busco belleza para continuar.
La ciudad llena de ángulos imposibles, congelada en el tiempo una maddona de piedra, vitrales en un banco, iglesias con momias, jardines de colores protegidos por paredes grises, fuentes venecianas al lado del regimiento y yo arrastrando esta pierna, que me dijeron que no tenia que usar.
Me siento un momento y miro todo el trabajo que estoy esquivando...
El cansancio se acumula nuevamente sobre mi espalda como un manto hecho de las cenizas de esos sueños (y pesadillas) que no tuve, porque en vez de dormir, anoche trasnoche trabajando. Se me cierran los ojos, pero recuerdo mi billetera vacía y mis niñas... de pronto la pierna ya no duele tanto, los hombros pesan menos y los ojos se siguen llenando de arena.
Creo que sin tu musa, se te escapa la inspiración!!!
Fue lo que dijo Anónimo | 22 enero, 2005 21:05
Es verdad que buscamos la belleza, aunque aparentemente ésta no exista... y que todo el peso del mundo, puede estar sobre nuestros hombros, y sólo conseguimos ignorarlo cuando nos guía el amor (aunque sea por tus 'niñas').
A veces lo real no es lo que ven nuestros ojos, sino lo que percibimos y el sentido que le damos.
Fue lo que dijo Imadia | 30 enero, 2005 15:49