En el desierto de lo real

Hace un par de semanas, mi Peka me pidio una secadora de ropa. Es algo que me pide de manera recurrente cada año sabiendo que la respuesta es casí la misma, encuentro que el gasto de electricidad es demasiado, que tenemos un patio donde colgar y por último que la ropa sale casi seca del lavarropa. Hace unas semanas pregunto lo mismo, pero esta vez la estrategia es diferente.

Al otro día, cuando voy a buscar mi ropa interior.. no habian calzoncillos... cuando reclame, llego mi señora, con la secadora de pelo en la mano y un par de calzoncillos humedos en la otra, secandolos con esa sonrisa picara que le conozco tan bien... era el inicio de la huelga de calzoncillos.

Cada día al despertar me pregunto emocionado si seran los calcetines o los calzoncillos, pero desde que comenzo la huelga me ha tocado con mucha frecuencia tener los testiculos arrugados.
Como es un tema de orgullo, supongo que resistire de manera estoica por un par de semanas más, antes de claudicar nuevamente, todo hombre sabe lo importante que es tener ropa interior seca.

Cuando me pasan estas cosas recuerdo una de las ventajas de tener una pareja inteligente.... que nunca me aburro!

Posteado por Cainista el lunes, abril 25, 2005 a las 3:23 a. m. |