A 59 años de Hiroshima
El 3 de agosto de 1945, el presidente Truman dio la orden de arrojar bombas atómicas en Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki, donde hacerlo, le daba igual. Lo mismo que para él, valia la vida de millares de japoneses, población civil que no estaba combatiendo.
El 6 de agosto despegaba una formación de bombarderos B-29 (Fortaleza volante) hacia Japon, el "Enola Gay" llevaba una bomba especial, que solo habia sido probada una vez, y el coronel Paul Tibbets tenia ordenes de dejarla caer y luego ascender y escapar.
Poco antes, un avión de reconocimiento, habia indicado que la visibilidad era perfecta en Hiroshima, y eso selló el destino de la ciudad.
Luego de casi un minuto de caer, la bomba estallo a 500 metros del suelo, donde pudiera hacer más daño. Un hongo comenzo a ascender, y llego a 12 kms de altura... que se vería a casi 1.000 kms de distancia.
Murieron en el acto, casi 100.000 personas, y casi el doble quedo sin hogar, victimas de la onda expansiva, la onda de calor, y la lluvia de residuos radioactivos, que durante generaciones causaron muertes y enfermedades.
Las perdidas humanas nunca se han podido calcular con exactitud, pues veinte años despues aun morian personas a causa de las secuelas radioactivas.
Tibbets, al ver los devastadores efectos de la bomba, envio un mensaje escueto y preciso.. «Resultados obtenidos superan todas las previsiones»
Tres dias despues, y mientras Japon negociaba su rendición, un segundo bombardero dejo caer una bomba, en la población civil de Nagasaki.
Estados Unidos no lanzo las bombas para terminar con la guerra, lo hizo para probarlas y demostrar su poder, por eso lanzo dos bombas diferentes, las dos en poblaciones civiles, donde no habian fabricas bélicas ni artilleria antiarea.
EEUU no necesitaba lanzar las bombas para terminar la guerra, que estaba casi terminada, tenia el poder convencional para producir más daño, en marzo, 279 fortalezas volantes bombardearon Tokio. En una sola noche, las superfortalezas destruyeron casi 25 kilómetros cuadrados del centro de la capital japonesa, arrasaron el 25 % de los edificios de la ciudad, cerca de 85.000 personas perdieron la vida y otras tantas resultaron heridas.
El día de la rendición de Japón, las fuerzas aéreas norteamericanas tenían en servicio 3.700 bombarderos del tipo B-29.
La bomba no fue lanzada para ganar la guerra.. fue para enviar un mensaje..."no se metan con nosotros"
Desde este rincón de Internet, condeno el terrorismo de estado, uno de los mayores genocidios de la historia, cometidos en la cuna de la democracia.
El 6 de agosto despegaba una formación de bombarderos B-29 (Fortaleza volante) hacia Japon, el "Enola Gay" llevaba una bomba especial, que solo habia sido probada una vez, y el coronel Paul Tibbets tenia ordenes de dejarla caer y luego ascender y escapar.
Poco antes, un avión de reconocimiento, habia indicado que la visibilidad era perfecta en Hiroshima, y eso selló el destino de la ciudad.
Luego de casi un minuto de caer, la bomba estallo a 500 metros del suelo, donde pudiera hacer más daño. Un hongo comenzo a ascender, y llego a 12 kms de altura... que se vería a casi 1.000 kms de distancia.
Murieron en el acto, casi 100.000 personas, y casi el doble quedo sin hogar, victimas de la onda expansiva, la onda de calor, y la lluvia de residuos radioactivos, que durante generaciones causaron muertes y enfermedades.
Las perdidas humanas nunca se han podido calcular con exactitud, pues veinte años despues aun morian personas a causa de las secuelas radioactivas.
Tibbets, al ver los devastadores efectos de la bomba, envio un mensaje escueto y preciso.. «Resultados obtenidos superan todas las previsiones»
Tres dias despues, y mientras Japon negociaba su rendición, un segundo bombardero dejo caer una bomba, en la población civil de Nagasaki.
Estados Unidos no lanzo las bombas para terminar con la guerra, lo hizo para probarlas y demostrar su poder, por eso lanzo dos bombas diferentes, las dos en poblaciones civiles, donde no habian fabricas bélicas ni artilleria antiarea.
EEUU no necesitaba lanzar las bombas para terminar la guerra, que estaba casi terminada, tenia el poder convencional para producir más daño, en marzo, 279 fortalezas volantes bombardearon Tokio. En una sola noche, las superfortalezas destruyeron casi 25 kilómetros cuadrados del centro de la capital japonesa, arrasaron el 25 % de los edificios de la ciudad, cerca de 85.000 personas perdieron la vida y otras tantas resultaron heridas.
El día de la rendición de Japón, las fuerzas aéreas norteamericanas tenían en servicio 3.700 bombarderos del tipo B-29.
La bomba no fue lanzada para ganar la guerra.. fue para enviar un mensaje..."no se metan con nosotros"
Desde este rincón de Internet, condeno el terrorismo de estado, uno de los mayores genocidios de la historia, cometidos en la cuna de la democracia.