Determinismo y caos en la era de la información
Hace más de 300 años, un alquimista llamado Newton, teminaría la labor de todos los sacrilegos que postularon que la Tierra no era el centro del Universo y reduciria el movimiento del Universo a 3 simples principios escondidos de la Inquisición en un elegante libro de nombre "Principia".
Sentaría los principios del determinismo, pues si sabemos la posición de dos planetas, distancia y movimiento, podemos predecir su comportamiento y asi conocer eclipses, mareas y posición de estos cuerpos en el futuro.
Basado en este trabajo, Pierre-Simon Laplace, crearía un demonio determinista al que llamamos
"El demonio de Laplace".Partimos postulando que los actos de hoy son la consecuencia de nuestro pasado reciente y la causa de nuestro futuro inmediato.
Imaginemos ahora que existe un ser excepcional, que conoce segundo a segundo, cada hecho de la historia, desde el principio de los tiempos, la ubicación de cada mota de polvo y la opinión de todas las personas.
Este ser excepcional debiera ser capaz entonces de predecir con exactitud, que pasaría con todos y cada uno de nosotros en el futuro, que decisiones vamos a tomar y como van a afectar al resto de las personas nuestro actos.
Hablamos del demonio de Laplace.(No sería buena idea jugar ajedrez con él)Por otro lado, la teoría del caos se burla de este demonio omnisapiente con ejemplos fractales y concretos.
Asi, en el mismo sistema de 2 planetas de Newton, al poner un tercero, cualquier cambio en masa, dirección o velocidad, hace que el resultado varie por completo.

Pero para empeorar las cosas, si hacemos cambios cada vez más pequeños, todos y cada uno de los pequeños cambios nos da respuestas diferentes, y si de 1 a 10 encontramos 10 soluciones diferentes, de 1,01 a 1,10 encontraremos 10, y de 1,0001 a 1,0010 nuevamente las mismas 10.
O como dijo Lorentz
"si una mariposa bate sus alas en Pekin, se puede desencadenar un huracan en Miami" (a todo esto, Lorentz era meteorologo)
Aunque los creyentes del determinismo causal no han logrado encontrar un demonio de Laplace, parecen haber encontrado una solución alternativa.
Actualmente las computadoras se aparecen por todas partes y del sueño de "1 computadora por persona" hemos pasado a una constelación de pequeñas máquinas que tendemos a considerar infalibles, rodeandonos y obligandonos a tomar decisiones.
Y nadie se opondría con mucha vehemencia a la posibilidad de que una computadora, con suficiente información, sea capaz de predecir tornados, huracanes, movimientos en la Bolsa, cuando se nos va a caer el pelo y si mañana Bush se resfria.

Alimentamos a estos demonios con suficiente información y cruzamos los dedos que algun día tomen las decisiones por nosotros, pobres humanos sumidos en el caos.
Y así las leyes son finalmente dictadas por estos demonios deterministas, y cuando un cliente no me paga, no es porque no hay dinero... es porque el pago
"no está en el sistema".Y no pueden vendernos bonos
"hasta que vuelva el sistema"Cuando en ChileCompra se cierra la postulación, no importa que el mejor postor haya quedado fuera por una
"falla del sistema" o que los consultorios no van a poder comprar oxigeno porque el sistema se equivoco y cerro en forma anticipada.
Con una actitud resignada y fatalista nos estamos rindiendo.
Es el triunfo del demonio de Laplace.